El
Quenya (también
Qenya,
Qendya,
Quendya,
Alto Élfico,
Alta lengua,
Lengua antigua,
Lengua de los elfos de Valinor, y otras denominaciones) es, junto con el
Sindarin, el idioma más difundido y estudiado de las más de quince
ideolenguas que, con distintos grados de detalle, fueron inventadas por
J.R.R. Tolkien y usadas en su saga literaria de la
Tierra Media. El corpus de textos que constituyen las fuentes de conocimiento actual sobre el
Quenya incluye el poema
Namárië, conocido como
El lamento de Galadriel, uno de los textos originales más extensos en esta lengua, extraido de la obra capital de Tolkien:
El Señor de los Anillos.
Se conoce la existencia del
Quenya por lo menos desde la
Primera Guerra Mundial, cuando Tolkien tenía poco más de veinte años. La lengua iría siendo desarrollada a lo largo de la vida de Tolkien, alcanzando una etapa que algunos estudiosos califican como "madura" a partir de
El Señor de los Anillos. Tolkien quiso dar una apariencia de lengua clásica a su
Quenya, de manera que trató de que tuviera una semejanza visual con el latín, cosa que consigió en cierto modo usando una forma caracteristica de transcribir el
Quenya a nuestro alfabeto. Los dos inspiradores del
Quenya son pues el latín, y el
finés, siendo probable también alguna influencia del
galés. Todas estas influencias no fueron en ningún modo directas; no generaron vocabulario, por ejemplo. Más bien se trata de una inspiración estética muy fuerte en Tolkien, - "fonoestética" según el propio Tolkien.